DESARROLLO DEL TALENTO HUMANO PARA  ADMINISTRAR LA INNOVACIÓN

 

Beatriz Forero de Gómez

 

  Bogotá, D. C. Octubre  2003

 

En este mundo interconectado y de mercados abiertos la competitividad resulta un imperativo para el desarrollo empresarial, por lo cual las empresas deben generar productos o servicios innovadores que satisfagan las necesidades y expectativas de los clientes, de manera que cuenten con la fidelidad de ellos y  puedan permanecer en el mercado.

Las nuevas realidades en el mundo, los cambios de las fuerzas económicas, la tecnología de la información, la robótica y las telecomunicaciones impactan los resultados de los negocios y de las organizaciones en general.

Se requieren replanteamientos en la orientación del pensamiento, el saber hacer y la acción de las empresas y las personas que hacen parte de ellas, para estimular el desarrollo de competencias, entre otras, de creatividad e innovación, piezas clave del capital humano, y de la gestión del conocimiento cuyo objetivo es convertir datos e información en experiencias novedosas de aplicación práctica que permitan realizar en mejor forma las estrategias empresariales.

La creatividad entonces, nos puede ayudar a anticipar respuestas mediante la planificación de escenarios, a vislumbrar oportunidades, a afrontar la incertidumbre, y a solucionar problemas.

Conviene entonces que reflexionemos sobre la creatividad como un talento de las personas, su significado en el desarrollo de las empresas, y la necesidad de orientar el capital humano hacia la innovación, confiando en que ello contribuirá a enriquecer nuestro visión y nuestra acción como miembros de una sociedad necesitada de crecimiento individual y colectivo. 

LA CREATIVIDAD COMO TALENTO DE LAS PERSONAS

Bases de la creatividad

 

El proceso creativo se relaciona con la capacidad de pensar, se generan ideas o respuestas nuevas para afrontar una situación o un problema y alcanzar metas específicas, usando el conocimiento previo y su máximo desarrollo.

La innovación consiste en concretar las ideas en hechos prácticos y requiere de la voluntad de acción y la capacidad de organización.

A través de la Información y de la Imaginación se generan en la mente humana la Inspiración y las Ideas múltiples. Cuando ellas se filtran mediante la Inteligencia analítica (análisis y síntesis) llegamos a la Creatividad. Este proceso se dado en llamar la dinámica de las ies, el cual se relaciona además con la fluidez, la flexibilidad, la variedad y la originalidad del pensamiento divergente.

En efecto, el espectro de la creatividad va desde la imitación de un producto o servicio existente para obtener otro equivalente o mejorado. Pasa por la transposición cuando usamos por .ejemplo: un vagón como vivienda, o, un neumático como salvavidas; incluye la modificación o adaptación de lo existente buscando mejoras, concepto aplicable a personas, entidades, procesos, sistemas, objetos. etc; y alcanza el descubrimiento,  cuando el ser humano saca a flote lo desconocido como, vale decir, la penicilina, la electricidad, la regla de Pareto o el principio de Peter. Llega a su máximo potencial con la invención de un producto o servicio inexistente en el pasado.

Creatividad y Cerebro

Cabe anotar que si bien existen “personalidades creativas” se ha encontrado que esto no significa necesariamente una inteligencia superior.

Lo que sí se ha encontrado es que las personalidades creativas cultivan capacidades y hábitos que permiten pensar que la competencia creatividad es desarrollable en todos los seres humanos, como lo comentaremos adelante.

Con los aportes del profesor Henry Mintzberg, el Ned Herrman Group ha desarrollado y aplicado profundos avances sobre la teoría del cerebro total mediante el modelo de los cuatro cuadrantes y el concepto de dominancia cerebral. Veamos (Gráfico # 1) : 

Cuadro de texto:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las clasificaciones (A, B, C, D) de éste gráfico raramente se encuentran de manera única, pero nos ayudan a comprender el sentido de la influencia de los cuadrantes en el comportamiento general, la productividad, la imaginación y la creatividad, la comunicación, las interacciones y permiten verificar la dominancia de uno o varios de ellos y la influencia secundaria o terciaria de los restantes.

Aunque la creatividad se procesa substancialmente en los cuadrantes C y D, no hay motivo de preocupación para quienes enfatizan en los procesos de pensamiento del modo izquierdo  ya que Hermann aclara:  “Lo que yo sí quiero decir es: Al diseñar e implementar respuestas a los temas y retos de las empresas, el cerebro humano funciona en su mayor potencial innovativo y productivo solamente cuando todos los cuatro cuadrantes se comprometen iterativa y situacionalmente en el proceso. Los cuadrantes A y B definen el problema o tema. Los cuadrantes B y C brindan los ingredientes viscerales y emocionales. Los cuadrantes C y D  incuban y permiten que las soluciones se hagan conscientes. Los cuadrantes A y D procesan las soluciones iterativamente para chequear la lógica de la solución imaginada. Finalmente, los cuadrantes A y B, junto con los cuadrantes C y D, verifican y refinan la solución durante los procesos de planeación, implementación y control.

La necesidad de los cuatro cuadrantes aplica a individuos, grupos, equipos, divisiones y aún para toda la compañía.”

 

El desarrollo de la competencia creatividad en las personas. Instrumentos y Técnicas.

 

El halo místico que ha rodeado la creatividad como cualidad de seres superiores y para cosas superiores nos hace olvidar que de alguna manera, así sea inconsciente, hacemos uso cotidiano de ella y que podemos incorporarla intencionalmente en nuestra vida diaria mediante conductas y hábitos orientados a estimular los resultados en esta competencia.

Dichas conductas se relacionan con el abandono de estereotipos y convencionalismos, el mantenimiento de la espontaneidad genuina, y las actitudes razonablemente independientes para establecer criterios y modos propios de pensar.

La curiosidad combinada con la observación atenta y el discernimiento diferencial, nos permiten obtener información amplia para combinar, elegir y extrapolar. La aplicación metódica del pensamiento divergente contribuye a generar ideas creativas y novedosas que se podrán convertir en procesos, productos o servicios útiles con valor agregado.

De otra parte, las personas tenemos diversas opciones creativas a través de la percepción, sea sensorial, mental o emocional; la expresión verbal; la expresión corporal; la expresión musical, la expresión plástica; la expresión gráfica..., en fin contenidas en las inteligencias múltiples investigadas por Howard Gardner, accionadas por la inteligencia emocional, cuyas implicaciones en nuestra vida y en la empresa ha estudiado Daniel Goleman, entre otros.

También se han desarrollado múltiples técnicas para provocar y orientar la creatividad, en las cuales por limitaciones de tiempo y espacio  no me detendré, como son la tormenta de ideas, los seis sombreros de De Bono, la analogía (sinéctica), los mapas mentales, SCAMPER, el listado de atributos, etc. cuyo uso ya es cotidiano en muchas personas y organizaciones.

 

 

LAS EMPRESAS, LA CREATIVIDAD E INNOVACIÓN Y EL CAPITAL HUMANO

 

Edward de Bono, maestro de la creatividad, propone dos usos principales de ella:

El apoyo a la simplificación, comportamiento que nos permite mirar actividades y logros, lo que estamos haciendo y además preguntarnos si hay mejores formas de llevarlos a cabo. Esto es, con menos recursos, menos pasos, con más facilidad y agilidad. La creación de valor para el cliente, la cual sitúa en diferentes valores de cualquier tipo tales como: nuevos productos, la modificación de un producto existente, una forma diferente de comercializar un producto, un nuevo servicio. Dice De Bono que, “sin creatividad, o bien hacemos las cosas rutinariamente, de la manera habitual, o lo que hacemos se convierte en un producto indiferenciado ("commodity"), que cualquier otra empresa o persona también puede hacer. Y en ese caso estaremos compitiendo sólo por precio”.

Poniendo en práctica la gestión del conocimiento, las empresas deben dar importancia a la competencia creatividad e innovación, la cual ha de preceder la visión estratégica empresarial y estar incluida en la misma como elemento permanente.

Los roles gerenciales, asociados con la creatividad e innovación, podrían atender los siguientes aspectos:  

·     Identificar y desarrollar talentos e ideas, considerando las necesidades y expectativas de los actores empresariales. 

·     Propiciar ambientes de desempeño sostenido que permitan descubrir oportunidades y desafíos. Incluyendo las tecnologías respectivas y los espacios virtuales. Considerando que la reglamentitis, las restricciones exageradas, los espacios físicos opresivos o desestimulantes de la observación y de la capacidad de pensar, así como  el exceso de niveles jerárquicos se constituyen en elementos opuestos, que bloquean la creatividad innovadora. 

·     Designar un órgano coordinador de los resultados creativos (así sea solamente una persona), buscando visibilidad para la comunicación de las iniciativas, de las mejoras creativas, dando cabida al reconocimiento y la socialización del éxito como incentivo a la imaginación productiva.    

·     Establecer un sistema para producir y evaluar las ideas creativas, de manera que se produzca el resultado final esperado que es la generación de valor en los productos o servicios De acuerdo con mi experiencia profesional este proceso resulta exitoso cuando se incluyen al menos los siguientes pasos: a) Describir la idea y el proceso mediante el cual se llegó a la misma. b) Valorar el  potencial de la idea argumentando y cuantificando, entre otros, los siguientes aspectos: 

- ¿Qué reemplaza? ¿Tiene ventajas relativas con lo que reemplaza?

-¿Es compatible con la filosofía y estrategia empresarial?

-¿Tiene facilidad para ser comprendida y usada?

-¿Es posible experimentarla según el costo - beneficio?

-¿Los resultados son tangibles para terceros?

 

·   Propiciar la gestión del conocimiento como elemento fundamental de la creatividad mediante un sistema que capitalice el conocimiento interno y externo para direccionar apropiadamente el capital intelectual, el cual según su precursor Thomas Stewart, “es la suma de todos los conocimientos de todos los empleados de una empresa, que le dan a ésta una ventaja competitiva”. Todo esto sugiere que las organizaciones en la vida cotidiana se conviertan en compañías vivientes, con apertura al mundo exterior y a las nuevas ideas y conceptos; considerando el factor retorno de la inversión, pero también estimulado el que cada uno de sus miembros asuma un rol de jardinero,  sembrador de semillas innovadoras que hagan posible la cohesión, la diversidad y la generación de resultados de alta competitividad.

 

 

GUIA BIBLIOGRAFICA

 

DAVIES, R.  y McDERMOFF, D. 45 Actividades para el Desarrollo de una Organización Inteligente.Griker-Abetas, Madrid, 2000   

Foro de Presidentes de la Cámara de Comercio de Bogotá, Talento Empresarial.Septiembre del 2002

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GOLEMAN , Daniel. La inteligencia emocional en la empresa. Ed Javier Vergara Buenos Aires 1999.

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HERRMANN, Ned. El cerebro creativo.

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ROBINSON, Alan G. STERN, Sam. Creatividad empresarial. Prentice Hall. México 2000

Revista Training and Development Enero 2003

Revista Gestión, Diciembre 2002/Enero 2003 y Febrero/ Marzo 2003.

www.gestiondelconocimientos.com