§ Si el niño no logra que su escritura sea legible y clara, a pesar de sus esfuerzos e interés.
§ Si el niño logra que su escritura sea legible y clara, pero eso le exige tanto tiempo y esfuerzo que descuida otras actividades.
§ Si el niño se niega a comunicarse por escrito o aplaza con disgusto la realización de sus tareas escolares (por ejemplo, porque se avergüenza de su escritura o siente dolor en la mano, en el antebrazo o en el codo por el simple acto de escribir).
§ Si el niño insiste en quejarse porque su escritura no le agrada.